lunes, octubre 16, 2006

Decisiones


Comenzaba a desesperarse, los caminos podían abrirse súbitamente y no dejar tiempo a reflexión, llovía como solo puede ocurrir en Santiago en primavera, estaba oscuro y el limpia parabrisa no contribuía mucho a despejar la visión.

Las cosas estaban revueltas, no sabía donde le llevaría el destino, España, Australia, Antofagasta o Chiloe, aunque creía que esta sería la última alternativa, todo seguía más confuso.

Los faros y el agua poco mostraron el letrero del camino, solo se vieron las flechas y no sabe donde le llevara el final de la ruta que tomo hace dos minutos, si es fuera, tendrá que comprar vino y pisco en la última frontera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Total la ciudad, como siempre, dormida, no se va a enterar que me llevo
la vida y la música también..."

nadia