jueves, marzo 23, 2006

walking at the moon!


Estar solos no es suficiente explicación, un vagón del tren al sueño tiene un asiento vacío, en el vagón de al lado ocurre lo mismo. Una parada tiene escrito el nombre que viene a mi mente, un acento lejano se funde en mis oídos, mientras la canción que no he compuesto ni siquiera viene a mi mente.

La velocidad con que recorremos la línea hizo que el paisaje ya se pusiera verde, han pasado kilómetros y aún no conozco sus ojos, no ha llegado aún el filo de de su nariz a responder porque hay más cosas en el cielo y la tierra de lo que hay en tu filosofía.

Habra que preguntarle a Hamlet.