Todo comenzó en una fiesta un día viernes cualquiera, en un hotel cualquiera, con algunas personas agradables y otras no tanto. Desde el otro lado de la pista de baile comenzó a coquetearme descaradamente una mujer bastante guapa.
Bailamos un poco, bebimos un par de copas e intentó seducirme, ante lo cual no pude resistirme. Me llevó a mi casa y estuvimos hasta que salió el sol en el futón del living, hicimos algunas cosas dignas de recordar y se marchó.
Hoy fuimos al cine a ver una mala película, lo combinamos con malas excusas, una dosis de sustos en auto y un beso unilateral que quedó estampado en el comienzo del olvido que impuso la implacable rigidez del fundamentalismo islámico.
Al pensar en su sonrisa, veo mis ojos mirando hacia el mar.
Bailamos un poco, bebimos un par de copas e intentó seducirme, ante lo cual no pude resistirme. Me llevó a mi casa y estuvimos hasta que salió el sol en el futón del living, hicimos algunas cosas dignas de recordar y se marchó.
Hoy fuimos al cine a ver una mala película, lo combinamos con malas excusas, una dosis de sustos en auto y un beso unilateral que quedó estampado en el comienzo del olvido que impuso la implacable rigidez del fundamentalismo islámico.
Al pensar en su sonrisa, veo mis ojos mirando hacia el mar.
1 comentario:
Entren a este blog y sorpréndanse
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