viernes, julio 06, 2007

Su boca


En Santiago su boca ausente y su sonrisa complice encima de la mesa, por debajo lo prohibido y el nectar del pecado me muele la cabeza con el recuerdo.

La niña de mis ojos se transforma en en otra, de otro, con otros y sin mi, sobrevuelo el horizonte de sus senos y me despierto de un sueño macabro que no la contepla si no cambia su propio destino.

El día sin su aire no respiro, el día sin su vida me muero y la lejanía me absorve haciendo que su rostro se disperce en mi mente, y en Santiago su boca ausente ya no besa más por mi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi boca es tu boca, mis labios esperan con ansias sentir la humedad de los tuyos,mis besos son sólo para ti.
En Santiago o donde este, siempre estaré por ti esperando.