jueves, agosto 23, 2007

Sonrisa

El crepúsculo se adueñaba de los colores, sombras y formas del desierto mientras iba camino a San Pedro, tu ombligo coronaba cada grano de arena y soledad, tus senos en mis manos y el recuerdo, Sabina en el ipod y un camino que no termina nunca, respondiendo los email del pasado y sintiendo el vacío en el presente.

He llorado en Antofagasta y me he perdido en Calama, pero siempre hay barco que naufraga en tus brazos, y hoy la luna no se refleja en el mar de tu espalda. Déjame desnudarte nuevamente con las yemas de mis dedos acariciando cada rincón de tu vida.

Los besos de tu boca se perdieron en mi boca y no puedo hallarlos en los encuentros clandestinos en que se juntaban tu valentía por escuchar tu corazón y querer ser feliz. No puedo dejar de cantar a un viejo dinosaurio que decía “los amores cobardes no llegan ni amores ni a historias, se quedan allí” y yo sé, y tu también que tu amor y el mío no son de esos, como siempre te llevo bajo mi piel.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto...bonito
marta.in.live

Roberto Iza Valdés dijo...

Recuerdos

Anónimo dijo...

Dealguna forma vine a dar a esta pagina, me gustaron tus escritos creo que tienen eso que todos llamamos inspiracion personal por alguien o por algo... bueno

Anónimo dijo...

La que te inspiró en estos pensamientos debe haber sido muy importante en tu vida....me gustó tienes pasión para crear letras o escritos, sácale partido

OTRAMIRADA dijo...

Aunque la luna ya no se refleje en el mar de su espalda y las yemas de tus dedos no acaricien, la llevas bajo tu piel, que no es poco, y eso sólo lo logran los amores valientes. Saludos

Anónimo dijo...

Mucha inspiración en este escrito. Caí acá no sé bien cómo, pero bienvenido sea. No siempre uno se encuentra con buenos poetas que contagian inspiración.

Saludos.