viernes, agosto 19, 2005

Entre Tongoy y Los Vilos


Tomándome un capuccino, escribiendo en la mesa de un Pronto, disfrutando de la vista al mar de Los Vilos, presiento que este fin de semana, desconectado de la pluma electrónica al menos con fines recreativos, será intenso.

Entra una señorita, bastante guapa me mira, se sienta junto a mi y me dice: hasta cuando viajas estás trabajando?, si respondo, si supiera que no tengo trabajo, pero había que hacerse el interesante, me pregunta para donde voy y me responde que va para el mismo lugar.

Sorpresivamente se levanta la ventana del Messenger, es una amiga contestándome algo que le havía preguntado hace un rato, rápidamente contesto con monosílabos y dirijo la mirada a la mesa de al lado, la rubia platino ya no estaba.

Porca miseria, me hace un gesto para que mire sobre la mesa y estaba en una servilleta anotado su teléfono, toma su auto y se va, yo termino de escribir y se me enfrió el café.

Mishhh.

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