Yo picando las cosas para comer y de repente suena el teléfono. Sí era él. Me llamaba para decirme que su jefe lo había obligado a tomarse unos copetes y que iban para la casa.
Enseguida eche mas agua a los porotos y empecé a ordenarlo todo, el gordo había peleado tanto por ese ascenso…
El weon no llegó ni con una botella de gato negro,y bañado en desodorante "ego", pero debía atenderlo igual, porque era su jefe.
El tipo se fue a carretear después de estar bien comido y curado, y al gordo le dio sueño, ¡ese lo había echo trabajar tanto!.
Y ahora estoy escribiendo, no me dio ni un beso y seguro que se lo hubiera dado, si estaba todo con olor a copete.
-Detrás del espejo, queda solo, tu cuerpo, un silencio y tus gemidos...
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