lunes, agosto 01, 2005

Los sabados me enamoro.


Te veo reflejada en la ventana de tu cuarto, mirando el horizonte hacia el San Cristóbal, te vi el corazón en la mano llorando de pena, los ojos húmedos de tanto en tanto y pidiendo que te rescataran con urgencia de aquel lugar donde transcurría tu vida.

Te veo reflejada en mis ojos cuando me miro desde afuera, contemplando tu nueva sonrisa, tu nueva piel mucho mas tersa, cuando simplemente estás en otra dimensión y te pones a ordenarlo todo.

Ese día conocí a la madre de mis hijos, y ella conoció mi mundo, un lugar enmarañado, ese que esta al final de la escalera de caracol, lleno de pasiones y de sentimientos intensos, de días muy tristes, o muy alegres, mi espacio vital, ese al que nadie entra y ese que ríe con tus historias que solo a ti te pueden suceder.

Se que perteneces a otro país, se que todavía quedan cicatrices en tu cuerpo, se que somos muy distintos y por eso creo que es aún mas interesante el mágico equilibrio.

No se como sucedió, la verdad fue algo inesperado, no se si lo hiciste por rabia, no se si es de esos sueños que se sueñan solo de a uno.

- En ese caso necesitaré una polera, unos pantalones cortos y un taladro para llegar a tu corazón.

2 comentarios:

Konitukio dijo...

Muy lindo lo que dices y lo que sientes. Te quiero mucho amigo mío.
Un abrazo
KoniTukío

Anónimo dijo...

Si hace diez agnos hubieses sido así, las cosas serían hoy distintas....