martes, agosto 16, 2005

Requiem de Holanda


Estoy sentado en el atolón y alrededor solo hay agua. Voy viajando hasta detenerme y no se donde queda ese lugar. Ahora veo que no se quien soy, ahora veo que no tengo identidad y ahora veo que puedo reinventarme.

Pronto el sol estallará y me quedaré sin luz, tan oscuro como el día que me sacaron los ojos, pero aparecerá la luna reflejada en el mar y con ella podré seguir mi viaje.

Mi balsa pirata tiene forma de guitarra, a ella la acarician delicadamente las olas, uso un clavijero de sextante, pero no se cual es el sur y no quiero conocer el norte.

En vez de perico viajo con un gato en el hombro, que curioso, no se porque en una de mis canciones escribí sobre uno. Lo robé o mejor dicho, el me robó a mi una vez que me dejaron a su cuidado.

No tengo remos, motor o velas. Me alimento de canciones, letras y melodías. Voy viajando para siempre y este relato tan solo durará en el viento.

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