martes, septiembre 20, 2005

Viuda Negra


No quiero ver el mar sin desayuno, ni ver nuevos amaneceres sin tu sonrisa. Las ocho patas de la araña que me picó y casi me mata, todavía se sienten en mi piel. El delirio provocado aun tiene tu cara, desconocida, ajena, nueva.

Los días sin despertar, la hinchazón de mis venas, lo morado del entorno de la punción mortal, no fueron suficientes para quitarme los sueños. La vida se vio en un segundo y los errores cometidos también.

Desperté mirando un techo blanco, con paredes blancas, con una mascara, lleno de agujas, con mujeres corriendo de un lado a otro al ritmo de las alarmas. Era como el paraíso, hasta que el dolor se hizo carne trémula.

Nunca es lo suficientemente tarde para decirte que abras los ojos, que mires la vida de la mejor manera, nunca es tarde para conocerse uno mismo, y aunque no haya forma, de pedir perdón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jose Miguel,
Nunca es lo suficientemente tarde para abrir los ojos, para mirar la vida de la mejor manera posible, para disfrutar de las cosas mas simples y mas puras, para quererse, para comprometerse y dejarse amar, para dejar la soledad, nunca es tarde para conocerse uno mismo, para aceptarse y superarse, nunca es tarde para vivir y ser feliz, un fuerte abrazo